Estas loquitas están revolucionadas porque vuelven a necesitar unos días de vacaciones ¿o seré yo?
La verdad es que sí, tengo ganas de no poner el despertador, de tirarme un ratito al Sol, de leer relajadamente, de regar los pinos, de no oír absolutamente nada, de bajar a la playa a darme un chapuzón, de sentarme a hablar con las chicas de la familia, de ver películas hasta altas horas, de unas cervecitas (eso sí, sin alcohol) de acercarme caminando hasta el mercadillo de Puerto Calero el sábado, de que el cafecito a mediodía sea un ritual, de la buena compañía.... de abandonarme un momento.
Oh! mi Lanzarote querida...
Pero aún me quedan unas semanas para todo eso, así que seguiré aquí...