Hay ocasiones en las que me siento a trabajar y las dudas me asaltan por todos lados. Dudo de la forma, del color, del tamaño, dudo de los elementos a utilizar, de su combinación. Dudo de mí y entonces, me levanto y me voy.
Antes esta parte de proceso me preocupaba y lo veía como algo negativo, ya no; he empezado a comprender que es parte del trabajo y sin analizarlo demasiado, entiendo que debo posponerlo para otro momento.
Comienza una nueva semana repleta de oportunidades y sorpresas.
Feliz día.